viernes, 11 de mayo de 2012


PRINCIPIOS FUNDAMENTALES EN EL USO DE CORREO ELECTRÓNICO

Para usar el correo electrónico, se necesita contar con acceso a Internet y con una cuenta en un servidor de correo electrónico (Protocolo de oficina de correo). Esta cuenta tiene que poder vincularse a una casilla de correo, a la que está destinado el correo que usted envía. Para evitar que nadie, excepto usted, pueda ver su correo electrónico, éste está protegido por un nombre de usuario llamado inicio de sesión y una contraseña.
Es posible enviar cualquier tipo de archivo por correo electrónico (textos, imágenes, enlaces URL, y videos), sin embargo, hay que tener cuidado pues el servidor puede tener un límite de tamaño por correo electrónico (por ejemplo, algunos servidores no aceptan mensajes que contengan varios MB).
En su uso:
Cuando se abre un software de correo electrónico, aparece un cierto número de ventanas. Los nombres varían de un software al otro:
Bandeja de entrada: Es aquí donde se reciben los correos electrónicos.
Bandeja de salida, Enviados: Estas son copias de los mensajes que se han enviado.
Eliminados: Esta es la papelera, es decir, donde quedan los archivos eliminados.
Carpetas: Estas son las carpetas donde en las que se pueden archivar correos electrónicos
Para escribir un correo electrónico debes seguir los siguientes pasos:
Escribir el texto del mensaje electrónico en un ordenador.
Incluir la dirección de correo electrónica de la pien va dirigido.
Y enviar tu mensaje.



VALORES QUE SE DESARROLLAN EN UNA COMUNICACIÓN EPISTOLAR ELECTRÓNICA


Hace tan sólo pocos años era improbable imaginar una situación en el mundo de la educación como en la que ahora vivimos. La tecnología, entendida como el arte del saber hacer, ha estado siempre presente en la historia de la pedagogía, pero en las dos últimas décadas del siglo XX ha tomado un papel predominante como instrumento, como máquina al servicio de la educación. Desde el uso de los magnetófonos, la televisión, el vídeo, pasando por la enseñanza asistida por ordenador, los distintos instrumentos tecnológicos que han entrado en nuestra cotidianeidad a través de los salones de nuestras casas, han tenido su repercusión en las metodologías de educación y aprendizaje.

     Muchos han visto y vivido la irrupción de la tecnología en la educación como un peligro, una amenaza para el correcto proceso educativo. La supuesta pérdida de la relación entre educador y educando en tanto que personas ha sido el argumento básico esgrimido por los detractores de la entrada de la tecnologías en las dinámica educativa. Hace tiempo que sabemos que lo que define la relación entre las personas no es tan solo el medio que usan para hacerlo si no que sobretodo es la capacidad que tenemos para comunicarnos. Y para hacerlo no usamos sólo la presencia física, el cara a cara. Hemos pasado por las señales de humos, por la comunicación epistolar, telefónica, hasta las posibilidades actuales del correo electrónico. Sea como sea las personas nos relacionamos. Forma parte de nuestro ser social. Y si hay relación hay también acto educativo. Sea cual sea el medio de comunicación.

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